CONTENIDOS
Para ello, mantenemos nuestra mente consciente ocupada en la observación y la atención sobre lo que va percibiendo, lejos de juicios, críticas, comparaciones y objetivos, sólo en permitir que ocurra lo que va surgiendo y observarlo, vivirlo, experienciarlo.
De esta manera, abrimos el canal, vaciamos.
Así, todo lo que necesitamos para construir va surgiendo, en lugar de ir a buscarlo.
A partir de ahí exploramos el material que aparece a través del diálogo entre lo intuitivo y lo aprendido.
METODOLOGÍAS
En los talleres se plantean como calentamiento y trampolín algunas prácticas de una cultura de vida-salud llamada Seitai, en la que se sostiene que el cuerpo tiene las herramientas necesarias para autorregularse. Y esto ocurre no como objetivo, sino como consecuencia de ocuparse de uno mismo.
Por ejemplo, en la práctica del katsugen o movimiento espontáneo, donde se asocia de manera natural el consciente y el no consciente, lo voluntario y lo no voluntario, la cuestión es centrarnos en la escucha de nuestra CVP (estructura rectora de nuestro organismo cuyas siglas provienen de Cráneo- Vértebras- Pelvis) y desde esa escucha o conexión dejar que el movimiento espontáneo surja.
Esta práctica se complementa junto con las de yuki (recupera nuestra sensibilización con el cuerpo y la escucha en el contacto a través de las manos) y gyoki (prácticas de respiración consciente).
Estas prácticas ayudan de manera muy contundente en el ámbito de la fisicalidad, la interpretación y la creación ya que envuelve la conciencia corporal (cada parte y en su globalidad), conciencia de la respiración y su uso, la escucha activa (nos conecta en el aquí y el ahora), concepto-conciencia espacial, conexión con nuestro nivel espontáneo e instintivo y a su vez con lo que nos rodea, para nutrir el desarrollo interpretativo-creativo-expresivo.
Nos vacían, nos devuelven a nosotros mismo y nos conectan con el Todo.
Para más información:
