OBSERVACIONES DESDE MÁS ALLÁ DE LA MEDIA


Cada persona es diferente incluso de la más cercana genéticamente.
 Aún así, existen unos estándares que establecen unas mayorías, y a través de ese absolutismo del número, una “normalidad”. Se instaura una media.
 Los que están por encima de esa media el lenguaje les ofrece el término de “superdotados”, y a los que están por debajo, “discapacitados”, “minusválidos” y la muy usual y vulgar “subnormal”.
Lo que ocurre es que nos alejamos de la realidad si no observamos que estos valores que son medidos tienen que ver con unas capacidades que miden nuestras posibilidades de producción dentro de un sistema industrializado hace mucho según un esquema que desconocía las habilidades de todos, y una independencia física, que también es saboteada desde hace tiempo a costa de la calidad de vida y en miras de intereses económicos quizás.
Sin embargo, no se miden las capacidades de: paciencia, escucha, perseverancia, conciencia corporal, conciencia espacial, conexión con nuestro instinto y espontaneidad, capacidad de estar en el momento presente, la demostración de nuestros sentimientos, la honestidad, la inteligencia emocional, el afán de progresión, la inventiva, etc.

 Por otro lado también observo una compensación natural que no se conoce o comenta lo suficiente, quizás, y que muchas veces se tapa con el ostracismo o la superprotección que se les suele aplicar a las personas que alguna cuestión física o psíquica les saca de la media. Normalmente, el que es ciego, por ejemplo, desarrolla el sentido del tacto, el oído, el olfato y la propiocepción en sobremanera, muy por encima de la media. Alguien que tiene algún daño cerebral y por ello, alguna función motora o cognitiva dañada, posee a la misma vez una habilidad muy perfeccionada en el campo de la inteligencia emocional y el desarrollo creativo-expresivo. Y he conocido a un pequeño autista de seis años que es el mejor atleta que jamás haya visto a su edad.

Discapacitados, según alguna medida de algunos valores, que poseen capacidades por encima de la media.

Llamo con esto la atención para acercarnos a estas personas como nos acercamos a cualquier otra que permanece dentro de la media.
Cada uno de nosotros posee distintas capacidades más o menos desarrolladas. Estas personas también.

Por eso, me interesa el trabajo de investigación desde su capacidad física, sea cual sea (como trabajo con distintos bailarines, actores o músicos, por ejemplo, sea cual sea su nivel y procedencia técnica), y me interesa acercarme a su verdad de exposición, de expresión, ya sea con la voz, la pintura, la música, la escritura, etc. Y dentro de su forma y autenticidad, no buscando que consigan hacer algo parecido a lo que la media hace. Porque yo, en mi propio trabajo, lo que desarrollo es mi habilidad personal y no la que una técnica o ámbito expositivo espera de mí según lo establecido.

Prefiero enriquecerme en la diferencia de aptitudes, aprender de las habilidades de otros, sean quiénes sean, sean cuáles sean, y compartir nuestros lugares comunes.